Es hora de una revisión de la realidad. Ese fue el mensaje de mi última publicación. El mundo está cambiando. La sociedad está derribando su sistema de divisiones y jerarquía y nuestro mundo, definido por la repetición y la eficiencia, está cambiando rápidamente. El nuevo sistema es horizontal, fluido y se caracteriza por el cambio. Todos participan y todos crecen.
Es un juego muy diferente, que requiere reglas muy diferentes.
Personalmente, relaciono la naturaleza de este cambio con una lección de gestión memorable de la campaña presidencial de 2008. En el transcurso de dos años mi organización, Obama for America, se sometió a un cambio que cambió completamente mi punto de vista sobre el liderazgo.
Todos somos líderes
Al entrar en la campaña, creo que me hubiera descrito a mí mismo como un líder-tutor, alguien que alentaba el liderazgo en otros. Pero, en retrospectiva, mi visión de liderazgo de entonces aún pertenecía al esquema de un-líder-a-la-vez. Luego de mi experiencia en 2008, mi visión cambió radicalmente a todos-son-líderes-en-todo-momento.
Esto se debió principalmente a una profunda transformación organizacional que se produjo en ese período de tiempo. A pesar de lo que se pueda decir de la campaña y del entorno innovador que proyectamos desde el primer momento, en realidad comenzamos con la estructura tradicional de departamentos y jerarquías. Pero en algún momento, en nuestro “entorno de cambio en esteroides”, el sistema de un-líder-a-la-vez (cuya unidad mantenían los líderes de departamentos, a los que llamábamos jefes de departamento) no pudo seguir el ritmo de los múltiples retos que enfrentábamos. Tuvimos que romper las barreras. Esto empoderó a aquellos en los rangos medio e inferior de la organización a convertirse en líderes. Y así nos transformamos en un sistema de todos-somos-líderes.
Este cambio trajo consigo los siguientes los descubrimientos, que formaron mi pensamiento sobre el nuevo liderazgo para una nueva era.
Entre en su GRANDEza
Primero, en un entorno donde todos-somos-líderes no hay lugar para las pequeñeces. Usted tiene que entregarse totalmente. El viejo sistema de un-líder-a-la-vez se basa en todo momento en una persona grande y todos los demás pequeños. Este nuevo sistema requiere un punto de vista completamente diferente. La gente pequeña no puede hacer grandes cosas. Es un concepto físico.
De hecho, sólo somos tan grandes como el más pequeño entre nosotros. Puede que yo haya sido el Director de Operaciones, pero mi papel más importante fue realmente el de Director de GRANDEza. Necesitaba ayudar a todos los que me rodeaban para que asumieran sus papeles de líderes.
Trabajo en equipos
Segundo, descubrimos que cuando se derrumban las barreras entre dos equipos que normalmente no se comunican, nace la innovación. Sé que muchas personas concluyen que nuestra campaña de 2008 fue innovadora debido al uso que hicimos de la tecnología, o de los medios de comunicación social. Pero lo que hizo la campaña de Obama innovadora no fue el uso de la tecnología más de moda en el momento.
De hecho, en esta nueva forma de trabajo, las personas forman equipos fluidos, cambiantes y evolutivos que se desplazan a través de las viejas barreras para resolver problemas y aprovechar oportunidades: equipos-de-equipos. Por lo tanto, el verdadero valor añadido en cualquier momento fue el nuevo equipo que se sumaba a uno ya existente para satisfacer la siempre cambiante naturaleza de los problemas y las oportunidades.
Todos somos agentes de cambio
Tercero, cuando todos somos líderes en todo momento, la velocidad del cambio es mayor en comparación con la velocidad del sistema anterior de un-lider-a-la-vez. ¿Por qué? Porque los líderes hacen el cambio.
Y si está de acuerdo en que todo lo que usted cambia lo cambia todo, y todos lo estamos haciendo, entonces todos somos agentes de cambio.
Los desafíos del liderazgo con empatía adquieren nueva importancia en un entorno en que todos-somos-líderes. El liderazgo basado en la empatía tiene que estar siempre presente ya que, por un lado, se trata de un sistema altamente interactivo y, por el otro, el cambio debe llevarse a cabo de manera responsable.
Cuando todos somos líderes, todos somos agentes de cambio. Y en este nuevo paradigma, las viejas reglas no funcionan.