De manera formal, Ahiram Sarai Barbosa Celis lleva cinco años impartiendo conocimiento con estudiantes de nivel superior, pero su labor comienza desde edad temprana, cuando cursaba la preparatoria, a la par con sus estudios ella apoyaba con clases de regularización a niños y niñas de escuelas públicas.
Ahiram se siente afortunada, ya que tuvo acceso a becas para estudiar en escuelas que le exigieron dar lo mejor de sí misma. Por ello, siempre sintió motivación por retribuir a la sociedad y compartir con los demás sus conocimientos que le abrían paso a un nuevo panorama de aprendizaje. En esta trayectoria es como llega a estar frente a grupos de nivel universitario y maestría, y ha logrado hacerse acreedora del distintivo como profesores de excelencia.
El motor principal de Ahiram es, además de la retribución social de conocimientos, poner en práctica toda la teoría impartida en el aula, que sus alumnos se enfrenten a la realidad mientras estudian y así entiendan el porqué de sus exigencias dentro de las clases, ya que sus alumnos son los futuros litigantes, defensores y autoridades que tendrá el país.
Para la profesora Ahiram uno de los valores más importantes en su vida personal y laboral es la ética, y hace mucho énfasis, dado que, cada paso que des en la defensoría dejará una huella en los demás de cómo es tu proceder como abogado o abogada, y las consecuencias que traerá influirá en tu destino laboral y tu reputación a futuro. Afirma: ‘vale mil y una veces más conservar tus valores y ejercerlos que el dinero’, Ahiram se ha puesto la meta de formar abogados éticos, esa es su contribución de agencia de cambio en nuestro país.
Ahiram cree firmemente que el ser un profesor o profesora es una vocación más que un trabajo, ya que te toca impartir cosas importantes que te servirán para la vida, y muchas veces tendrás que dejar asuntos personales a un lado para cumplir con tus labores. Una vez que analizaste que posees la vocación, el siguiente paso es la convicción, ya que vas a preparar agentes de cambio, es decir, personas que van a actuar para hacer cambios en el futuro y esa es la próxima generación que estás formando para el mundo. A su vez preocupada por la inclusión educativa de personas con discapacidad, se encuentra trabajando de la mano con una asociación para fomentar cambios importantes y construir un mundo inclusivo en el ámbito de la educación.
Como profesional se ha inmerso también en el nuevo panorama digital de los abogados, por lo que también dentro de sus clases procura introducir temas de innovación y de disrupción legal para sus alumnos que serán los abogados del mañana.
Es así como Ahiram nos ayuda a construir un panorama más claro de lo que es ser un formador de profesión y corazón, explica que realmente cualquier cosa pequeñita que hagas para fomentar el cambio es sólo una pieza del rompecabezas que formamos todos, eso va desde la actitud o cualquier acción, estás empleando o haciendo un cambio. Desde la trinchera en la cual estés actuando, puedes ser un agente de cambio, ese cambio que tanto necesitamos de fondo.